miércoles, 18 de mayo de 2011

Un sacrificio muy poco valorado

Tras la Semana Santa llega la hora de echar los números y cuadrar cuentas para que el esplendor gratuito que muestran las cofradías en las calles pueda paliarse. Un esplendor que surge gracias a la generosidad de gente anónima que pasa interminables horas detrás de una barra o en la cocina de una cruz de mayo para que miles de personas disfruten de una buena banda, un bordado o una orfebrería.
Gracias a este patrimonio, materia prima, se benefician sobre todo los hosteleros. Si estos museos andantes no existieran, ¿quien iba a venir a Córdoba en Semana Santa?. Al parecer, este sector aún no está satisfecho del sacrificio de los cofrades, si nos atenemos a los comentarios vertidos por ciertos representantes del gremio al conocerse la noticia de que tras el mal tiempo se ampliarían los días de cruces para beneficiar a diversas asociaciones, entre las que se encuentran las cofradías. Unos comentarios que solo brotan del desconocimiento, sobre todo si al trabajo de las cofradías se les llama "tonteo", recuerdo, y no hace muchos años que en un lugar de Italia los comercios pagaron la restauración de un cuadro famoso que llevaba a este lugar a miles de turistas. Estos eran conscientes de que si el cuadro desaparecía de ese entorno el público dejaría de ir y, por ende, las pérdidas en los comercios serían mayúsculas.
Así que, más vale que cundiera el ejemplo y por un momento pensar qué pasaría si estos que tanto "tontean" dijeran un año no vamos a salir y vamos a hacer estación de penitencia en los templos, a lo mejor en ese momento se darían cuenta de la importancia de las cofradías, valorándose la labor de estas personas anónimas que sacrifican los días de ocio para crear una materia prima, de la que luego, aunque no lo reconozcan, se benefician otros.

08/05/2011 FRANCISCO MELLADO. DIARIO CÓRDOBA.

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